Es una pequeña vila mediterránea situada en medio de un paisaje único y rodeada, tanto por tierra como por mar, por dos espacios naturales protegidos: el Parc Natural de Cap de Creus y el de la Albera. La excelente oferta de playas y tranquilas calas que ofrece Llançà y su riqueza de elementos significativos de patrimonio cultural (restos megalíticos, arquitectura prerománica) hacen de Llançà un destino ideal para unas vacaciones familiares llenas de actividades: caminos y senderos, dólmenes y monasterios, acantilados, montañas y parques naturales.
Déjense llevar por la historia de la mediterránea, un paraje único dibujado por la tramuntana y perfilado por el mar.